Yakuza, conocido en Japón como Like a Dragon (龍が如く ryū ga gotoku), es una saga de videojuegos desarrollado por SEGA y Ryu ga gotoku (RGG) Studios. La franquicia contiene principalmente elementos de juego tipo beat ‘em up y recientemente integró elementos de RPG.

Esta saga no fue muy conocida en Occidente, hasta que Yakuza 0 capturó la atención internacional gracias a memes hechos con deepfakes en el 2020.

Sin embargo, Yakuza es más que un solo meme: es una saga de 10 juegos principales y múltiples spin offs. Su primera instancia se remonta al 2005, para el PlayStation 2. De manera inconsciente y por mera coincidencia las audiencias estadounidenses conocieron al juego como «el Grand Theft Auto japonés» por ser historias de crimen en ambientes urbanos (como se ve en el trailer del primer Yakuza). A su vez, SEGA, al querer comercializar la saga como una historia madura, tomó libertades extrañas en la localización al inglés y se convirtió en un clásico de culto.

A pesar de esto, Yakuza se convirtió en un éxito que ha transformado a muchas personas en fans (así como su servidora). Por lo tanto, creo que si te gusta la acción, historias de crimen, drama y el karaoke, Yakuza puede ser para ti.

Una (ficticia) ciudad viva

Los juegos de Yakuza están basados en reflejos 1 a 1 de múltiples ciudades de Japón: tales como Sōtenbori o su equivalente real Dōtonbori (Osaka); Tuskimino basado en Susukino (Hiroshima); Nagasugai basado en Nakasu (Fukuoka), entre otros. Aunque todas las historias tienen un lugar en común, que es el distrito ficticio de Kamurochō, basado en el distrito Kabukichō de Tokio o el distrito rojo (el área especializada en establecimientos y servicios de la industria del sexo).

Yakuza nos envía a un distrito rojo lleno de gente con problemas muy distintos. Kamurochō se siente como un lugar lleno de vida, ya que siempre verás gente por las calles de día y de noche. En el día podemos ver establecimientos abiertos y los de vida nocturna cerrados, pero si viajamos a Kamurochō de noche, podemos ver mucha actividad en bares, discotecas y hostess clubs, NPCs embriagados caminando por las calles y chocando con transeúntes. Los desarrolladores nos transportan a una visión casi real de Kabukichō, al grado que uno se siente que conoce Kamurochō (y por lo tanto, Kabukichō) como la palma de su mano.

Nuestro protagonista tiene la oportunidad de ayudar a varios personajes de la vida nocturna de Kamurochō, conocer sus problemas, ya sea si son vagabundos, trabajadores del sexo, empleados regulares e incluso adolescentes y niños; todas estas distintas personas tienen sus problemas únicos relacionados con su vida en este distrito, mostrándonos un distrito rojo que no solo lo definen el sexo, alcohol y las apuestas.

Kamurochō es también una ciudad cambiante ya que podemos ver cómo evoluciona a lo largo de los juegos. Empezando con Yakuza 0 basado en el año 1989, vemos como hay discotecas en varios lugares, nuestro protagonista tiene un bíper con sí mismo y hay múltiples teléfonos públicos a lo largo del mapa. Pasando a Yakuza 6 basado en el 2016 donde esas discotecas ya no existen y en su lugar está plagado de cafés internet, el protagonista trae consigo un smartphone y los teléfonos públicos son escasos. Otra de la manera en la que se ve la evolución de la ciudad es en los arcades, pues en Yakuza 0 podemos jugar mini juegos de títulos como Space Harrier (1985) y Fantasy Zone (1986), cuando en el arcade del 2012 de Yakuza 5 podemos jugar Taiko no Tatsujin (2011) y Puyo Puyo (2011).

Al caminar por las calles, uno puede notar establecimientos que parecen más reales que ficticios, esto es por el patrocinio de diferentes negocios reales dentro del juego, podemos ver las tiendas de conveniencia Don Quijote, los establecimientos de karaoke Karaokekan, Café Pronto, la discoteca ícono de la era de la burbuja Maharaja y entre otros lugares que quedan inmortalizados en las calles de Kamurochō.

Un mundo de muchos contrastes

Los juegos de Yakuza caminan esa delgada línea entre drama y comedia. La historia principal es un drama de crimen y política con un mensaje anti violencia, donde nuestro protagonista principal, Kiryū Kazuma, es un miembro de la mafia japonesa o yakuza (de ahí el nombre). Sin embargo, Kiryū no es el único protagonista de esta serie de juegos, hay múltiples protagonistas dentro y fuera de la organización (Yakuza 5 teniendo 5 protagonistas), cada uno atrapado en el ciclo interminable de violencia que conlleva estar en cerca del crimen organizado.

Yakuza nos muestra que no hay salida fácil de ese ciclo de violencia y el tratar de escapar puede lastimar no solo a uno mismo, sino también a las personas que amas. Los protagonistas no son malas personas por ser criminales, sino que por sus condiciones, cayeron en la yakuza como única manera de sobrevivir en una sociedad que prefería ignorarlos. Llegando al punto donde personajes como Kiryū, Kasuga y Majima, siempre buscan ayudar a sus comunidades evitando el mayor daño colateral posible a civiles.

Otro de los temas que manejan los juegos es el drama político al estilo japonés. Para un foráneo, Japón puede ser una tierra pacífica llena de valores y respeto, sin embargo Yakuza nos muestra a Japón lleno de nepotismo, corrupción y nexos con el crimen organizado, claro todos estos aspectos están exagerados para generar más drama, aunque pueden tener cierto parecido con la realidad.

Por otro lado, tenemos la saga de Yakuza llena de comedia, donde nuestro protagonista Kiryū ayuda a una dominatrix a tener confianza en sí misma para hacer mejor su trabajo, y al mismo tiempo ver como un feroz yakuza se transforma en un ídolo musical al cantar karaoke. Muchas de estas historias secundarias caen en la comedia pero son también un ejemplo de los protagonistas ayudando a la comunidad en la que viven y enseñándonos que las personas del distrito rojo no son personas llenas de pecado, son individuos con sus motivaciones y problemas únicos.

Por supuesto, no se puede hablar de Yakuza sin hablar de mini juegos. La saga está plagada de actividades secundarias, como cantar en karaoke, ir a cenar a los múltiples establecimientos, jugar en los arcades, cajas de bateo, ir a bares donde se puede tomar, jugar billar o dardos, incluso ir a casinos ilícitos a apostar (aprendí juegos de apuesta japoneses como Koi-Koi y Oicho-Kabu), hasta puedes tener tu propio equipo de beisbol y competir en la ligas amateur. Aunque también hay actividades para mejorar la economía local, como el tener y administrar negocios pequeños dentro del distrito, expandirse y derrocar a la mafia empresarial que controla a Kamurochō.

Todas estas situaciones, lugares y personajes hacen que Kamurochō, aunque sea un distrito ficticio de un Tokio ficticio, se sienta como una ciudad de real y logra hacer que el jugador mismo se sienta parte de la vida nocturna del distrito rojo. En el siguiente artículo escribiremos sobre el primer juego (en orden cronológico) Yakuza 0, el cual es una cápsula del tiempo de la era de la burbuja y como los efectos se sienten hasta el Japón del día actual.