The Adventures of Little Archie #180

Yo soy un chico de los 80. Mi infancia fue aquella donde las caricaturas como Transformers, G.I.Joe, Thundercats, Mr. T y otras eran como el pan mío de cada día. Y también en esa época, el boom de la historieta estadounidense editada para Latinoamérica por editoriales como Novedades o Editorial VID era algo que podías notar en los puestos de revistas o en algunas librerías.

Y entre las revistas que solía coleccionar, El Pequeño Archi era de lo que más disfrutaba. A veces era comprarla porque quería algo fuera del Memín Pinguín o el Capulinita; otras veces era porque al chamaco se le antojaba, o de repente porque había dinero de los domingos que mi papá solía dejarme.

Interior de The Adventures of Little Archie #180 (1983).
Imagen: http://readallcomics.com/

El año pasado, escribí una nota sobre Archi debido a que se habían cumplido 7 años del evento que finalizó una era en las revistas del eterno adolescente: Death of Archie. Esa nota fue importante para mi, debido al impacto que tuvo en quienes, como yo, llegamos a coleccionar nuestros Archi.

¿Qué onda con este cómic?

Little Archie es, como sucede con revistas como Superboy, una visión infantil de la pandilla del pueblo de Riverdale. En un entorno conocido, Archi y sus amigos son preescolares (y niños de primaria más delante), que tienen aventuras infantiles que van desde travesuras hasta encontrar al Dr. Doom (no confundir con el más grande supervillano de toda la historia) y deshacer sus diabólicos planes.

Ambas eras del Pequeño Archi que menciono, son influenciadas por escritores como Bob Bolling y John Goldwater. Mientras que Goldwater era más el que presentaba la revista (como Stan Lee lo hacía con casi cada título de Marvel Comics), Bolling fue su escritor más longevo, dotando a los niños de un carácter más infantil y travieso que a veces llegaba al extremo, pero sin perder el humor que las revistas de Archi solían tener.

Interior para The Adventures of Little Archie #180 (1983)
Imagen: http://readallcomics.com/

Reseñar la revista #180 de este volumen no es tan preciso como suelo hacerlo con revistas del género de superhéroe, ya que por lo general estos son comics que rara vez tienen una continuidad. Little Archie es diversión sencilla en un paquete ligero, y como universo propio, tienen cosas muy a favor que notar: personajes como por ejemplo, Little Ambrose, son una adición al mythos de Archi que quizá quienes lo llegamos a leer lo recordamos con mucho cariño, sobre todo porque es un ejemplo de bullying muy notable para la época en que fue creado (por ahi de los 50).

La historieta tiene cosas divertidas como una visita de un extraterrestre a la casa de Archi en Navidad que le da un casco con el que sabe qué piensan todos y lo meten en problemas; Torombolo noquea al mejor niño boxeador de la primaria de Riverdale porque se come su sandwich y eso hace que se vuelva muy popular y una versión de Sabrina, la Bruja Adolescente ayuda a Salem a reunirse con su familia con resultados muy poco comunes.

¡Fabuloso! ¡Hay que leerlo!

Interior para The Adventures of Little Archie #180 (1983)
Imagen: http://readallcomics.com/

Si eres de quienes leyeron al Pequeño Archi en su niñez, ¡nos encantaría que compartieras con nosotros en Back to Play qué te gustaba de la revista! Lo de hoy es la nostalgia, y eso lo vemos en series de streaming como Stranger Things o la maravilla de volver a ver completa la serie de Thundercats en HBO MAX. Y Little Archie, estoy seguro, es algo que vale recordar. Sigue con más aquí en Back to Play, y recuerda que estaremos cubriendo la Hellfire Gala de este año en X-Men, así como el evento Judgement Day. ¡Hasta pronto!

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