Tras los hechos ocurridos en el episodio, pasado, Joel y Ellie buscan llegar a Wyoming, pero la distancia hará las cosas un poco complicadas. Cuando un grupo de sobrevivientes los intercepta, el par se ve atrapado en Kansas City, en donde una revuelta civil ha dejado a FEDRA fuera del mapa y regresado la autoridad a un grupo de saqueadores. Es aquí donde nos presenta a Kathleen (Melanie Lynskey), la líder de este nuevo orden y nuevo personaje creado para la serie, que además nos muestra una personalidad hostil hacia los extraños y las personas que se pongan en su camino.

Es quizá por su propósito para introducir una nueva locación y a la antagonista que dará dolores de cabeza a los personajes por dos episodios, que este cuarto episodio resulta como un puente para culminar los hechos de Kansas City y los saqueadores en el próximo episodio. En este episodio nos presentan a Melanie Lynskey como Kathleen una implacable mujer, como una amenazante figura.

Y en este episodio vaya que The Last of Us ahonda en la relación entre Ellie y Joel, a quienes, por primera vez desde la muerte de Tess, veremos tener una interacción que deja de lado el dolor por la perdida y pasa a ser más estrecha debido a las bromas y chistes de nuestra protagonista. Conforme tratan de abrirse paso por el territorio hostil, lo que obliga a nuestros protagonistas a cuidarse entre ellos, por lo tanto, a formar el equipo que conocemos en el videojuego.

Lo mejor del cuarto episodio está en los primeros minutos y ocurre precisamente cuando las acciones de Ellie salvan la vida de Joel, pero al hacerlo se revela que tendrá un precio que nuestra protagonista no había anticipado. También es otro de los recordatorios de la serie, nos deja sentir el peso de las ejecuciones y trata de emular esa sensación de culpa que te brinda el videojuego, ya que en el videojuego tú eres el que aprietas el gatillo, a diferencia del material original aquí nuestros antagonistas suplicaran por su vida y lloraran, lo que nos demuestra de que la brutalidad es recíproca y que toda muerte trae consigo retribución, ya sea que esta llegue tarde o temprano.

Después de esto tenemos la aparición de Jeffrey Pierce como Perry, actor que le diera vida a Tommy en el juego, aquí lo vemos en un rol completamente diferente, pues forma parte de los saqueadores. La actuación y personaje del intérprete, destaca por su posición moral, pues si bien entiende que FEDRA no sería parte de la solución a todo este problema, no deja de cuestionar las formas poco sutiles de Kathleen.

Es momento de continuar personajes que nos van a devastar, es aquí cuando el episodio nos da indicios de Henry y Sam y todo indica que su arco tendrá más profundidad y peso, ya que podemos ver que Sam es un niño igual o más sensible que en el videojuego, por los dibujos vistos en la serie y el hecho de que el actor que interpreta al menor, sabemos que es más pequeño y por ende, será difícil a un más difícil enfrentar un mundo lleno de amenazas.

Al final, este cuarto episodio de The Last of Us, cumple de buena manera al adaptar lo que vivimos en el videojuego a la pantalla, ya que para los fans encontraran una gran cantidad de guiños y similitudes con el material original, mantiene un excelente equilibrio entre el material original y la serie, además de que adapta de forma increíble a nuevos personajes y subtramas que serán importantes para el siguiente episodio.