La trayectoria como director de cine de Carlos Santos se ha convertido en un verdadero referente. Este artista visual logró destacar con su comedia inteligente, Chilangolandia (2021), y ahora, dos años después, nos sorprende con su nueva obra, Señora Influencer, una aguda sátira-crítica sobre las redes sociales. Un punto de vista que vale la pena detenerse a explorar y ver lo que realmente ofrece esta película, yendo más allá de lo que la campaña mediática nos ha presentado.

Señora Influencer dista mucho de ser la comedia simplona que algunos podrían haber anticipado. Esta historia se desplaza hábilmente entre la comedia, el drama e incluso toques de cine de terror. No se limita solo a abordar la superficie de las redes sociales; también arroja luz sobre el negocio que subyace a los influencers. Además, aborda temas sensibles como la violencia doméstica, las relaciones afectivas tóxicas y el coaching. Sin embargo, en el núcleo de todo, la película se erige como un relato sobre la salud mental y la vulnerabilidad frente a la ilusión de la fama y el éxito, explorado desde una perspectiva de soledad.

¿De qué trata «SEÑORA INFLUENCER»?

Fátima (interpretada por Mónica Huarte), una mujer en sus cuarenta años que trabaja en una casa hogar, se convierte en la figura central de la trama. Después de perder su empleo y enfrentarse a la soledad y el control paterno, las redes sociales se convierten en su única vía de escape. Con la sobreprotección parental y los medicamentos como compañía, Fátima se introduce por primera vez en el mundo del coaching y la superación personal, para luego sumergirse en la esfera de los influencers.

El éxito de su contenido atrae la atención de Sofi y Cami, quienes, fingiendo ser amigas, buscan aprovecharse de su fama. La relación con las influencers y la dinámica con los «Fatilovers» y los haters llevan a Señora Influencer por caminos inesperados, marcando el inicio de su separación de su padre viudo, un director de cine aferrado a viejas glorias.

¡Vaya mensaje el de «Señora Influencer»!

La película se distingue por su habilidad para desarrollar a los personajes, destacando especialmente en el complejo papel de Fátima. A través de su narrativa, la cinta nos revela que los «buenos» no son tan perfectos y los «malos» no son completamente villanos; más bien, son seres humanos reales con sus altibajos, optando por exhibir solo la faceta más positiva de sí mismos en las redes sociales.

Además, la película demuestra un excelente sentido del «timing» al abordar temas sensibles como la salud mental y el acoso, recordándonos que cualquiera puede perder el equilibrio emocional en un abrir y cerrar de ojos. «Señora Influencer» se destaca por su capacidad excepcional para ejecutar giros inesperados en la trama, manteniendo así al espectador completamente cautivado.

Aunque presenta una historia incómoda que puede resultar desafiante para el cinéfilo casual, aquellos que buscan una narrativa absorbente que los mantenga al filo del asiento encontrarán que han llegado al lugar adecuado. La película ofrece una experiencia impactante y reflexiva que va más allá de las apariencias superficiales, explorando la complejidad de la naturaleza humana y sus intricadas conexiones.

¡Para cerrar con broche de oro!

Mónica Huarte brilla en su papel, transitando de la inocencia a la locura, demostrando su vasta experiencia actoral en su primer gran papel protagónico cinematográfico.

Aunque Señora Influencer no es perfecta y en ocasiones recurre a la conveniencia, aporta temas valiosos a la conversación y se destaca en el panorama del cine comercial mexicano. La película nos invita desde el principio a vislumbrar el futuro de Fátima, haciendo que el viaje sea aún más intrigante, desafiando las expectativas de un final fatídico que no carece de sorpresas.