«La Hija del Pantano» se erige como una cautivadora película que fusiona drama, crimen y misterio desde su inicio, presentando de manera hermosa la vida de Helena (interpretada por Daisy Ridley) y su padre Jacob Holbrook (Ben Mendelsohn), quienes comparten su existencia en armonía en medio de un exuberante bosque. Helena, dotada de un agudo sentido de la naturaleza, absorbe las enseñanzas de su padre sobre huellas, sonidos y comportamientos animales, además de recibir un riguroso entrenamiento de supervivencia en este entorno aislado, lejos de las comodidades urbanas.
¿De qué trata?
Sin embargo, la trama toma un giro inesperado con la llegada de un forastero perdido en una moto. La madre de Helena, de repente, busca escapar del lugar con su hija, revelando un oscuro secreto: Helena fue concebida en circunstancias sorprendentes, involucrando un presunto secuestro de su madre. La historia se desarrolla con la detención del padre de Helena al intentar huir con la pequeña.
Años después, Helena es una adulta aparentemente inadaptada, casada y madre de una hija. Su vida tranquila se ve amenazada cuando se entera de la fuga de su padre de prisión, desvelando su turbio pasado ante su esposo Stephen (interpretado por Garrett Hedlund), quien empieza a cuestionar la veracidad de su pasado compartido.
Con la paz de Helena perturbada, la película explora su lucha interna al enfrentarse a la posibilidad de que su padre regrese y amenace a su familia. Helena decide tomar medidas precautorias, sumergiéndose en momentos de paranoia al descubrir pistas que indican la proximidad de su padre. Su devoción por su familia la impulsa a regresar al bosque, confrontando a su padre y enfrentando las marcas físicas y emocionales de su infancia, reveladas a través de tatuajes impuestos por él.
¿Buena o Mala?
Aunque la trama puede ser predecible en gran parte del filme, la película desvela gradualmente el pasado de Helena, sus demonios internos y su proceso de integración en la sociedad tras la influencia de su padre.
Tenemos saltos entre el presente y el pasado, revelando misterios y contrastes en la vida de Helena. A pesar de la fuerza visual y la fotografía que busca mostrarte lo vasto de los paisajes, los momentos de tensión y los giros carecen de contundencia, y el desenlace no sorprende tanto como se esperaría. Aun así, la película logra mantener la tensión en pantalla, dejando al espectador intrigado sobre el «¿cómo?», y el «¿cuándo?».
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