Godzilla X Kong: Un Nuevo Imperio – Reseña

Cuando la primera entrega del ahora conocido como Monsterverse, ‘Godzilla’ de Gareth Edwards, llegó a las pantallas hace una década, nos enfrentamos a una propuesta donde los sentimientos y las relaciones humanas dominaban, relegando al monstruo, el supuesto protagonista, a apariciones esporádicas, como si los guionistas se olvidaran de él mientras exploraban otros aspectos.

Sin embargo, todo cambió con la siguiente película, ‘Kong: La Isla Calavera’ (2017), dirigida por Jordan Vogt-Roberts, quien se sumergió en el cine de aventuras con una amplia galería de monstruos y un Kong que reclamaba su título de «Rey», convirtiéndose en el auténtico centro de atención. Desde entonces, la dirección estaba clara: más monstruos, más aventuras, más acción y… menos humanos. La audiencia de la franquicia pagaba para ver a criaturas gigantes enfrentándose entre sí, dejando de lado todo lo demás. ‘Godzilla y Kong: El nuevo imperio’ es la película que mejor ha captado este mensaje.

Aunque el argumento de la nueva película de Adam Wingard pueda parecer simplón, con los supuestos protagonistas (las personas, no las bestias) resumiéndolo en tres minutos con dibujos incluidos, eso no importa. Estamos viendo en pantalla a un gorila gigante con una mano robótica peleando contra un lagarto rosa de más de 100 metros, devorando centrales nucleares, mientras una civilización subterránea invoca monstruos ancestrales entre pirámides de cristal. Si eso no es cine, entonces ya no sé qué es.

Adam Wingard no busca alcanzar la belleza de los magnéticos planos de Denis Villeneuve, ni revolucionar el cine de ciencia ficción como Christopher Nolan. En ‘Godzilla y Kong: El nuevo imperio’, Wingard se inspira en los enfrentamientos entre criaturas fantásticas del ‘King Kong’ de 1933, reemplazando el asombroso, stop motion de Ray Harryhausen con un CGI vibrante, mientras revive al Godzilla más desenfadado y lúdico de las eras Showa y Heisei.

En una época en la que el cine de género aspira a ser considerado «elevado» y equipararse con la alta cultura, ‘Godzilla y Kong: El nuevo imperio’ reivindica con orgullo sus raíces, recordándonos que su propósito primordial es el entretenimiento puro.

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